Si estás dentro del ámbito del marketing o de la emprendeduría seguramente te hayas encontrado con el término growth hacking más de una vez.

Aunque pueda sonar relativamente nuevo es un concepto que lleva trabajándose desde principios de la década de 2010. Grandes empresas como  Facebook, Twitter, LinkedIn, Airbnb, Dropbox o Spotify se han servido de este tipo de estrategias para experimentar un crecimiento acelerado. 

El growth hacking fue acuñado en 2010 por Sean Ellis y desde entonces se ha convertido en un concepto y una metodología cada vez más usada.

El motivo es fácil de deducir: el growth hacking encaja como anillo al dedo en un paraíso tecnológico lleno de startups que buscan financiación y crecimiento, y que aspiran a ser la próxima empresa que revolucione el mercado, pero que no tienen los recursos financieros necesarios para desarrollar grandes campañas de Marketing y tampoco tiene una masa de usuario donde apoyarse para lograr su crecimiento.

Así, en un mundo donde proliferan cada vez más startups y emprendedores, la figura del growth hacker se ha vuelto muy importante y demandada. 

 

¿Qué es realmente el Growth Hacking? 

Ante todo, merece la pena comentar que el growth hacking no hay que verlo como una moda o como una serie de conceptos sino como metodología surgida de las Start-ups. 

La metodología Growth Hacking engloba un conjunto de técnicas utilizadas en Marketing con objeto de adquirir el mayor número de usuarios o clientes al coste más bajo y en el plazo más corto posible.

Así pues, el eje principal de toda estrategia de Growth Hacking es la captación de Leads con el propósito de "empujarlos" hacia la venta y, eventualmente, conseguir que sean prescriptores e incluso embajadores de nuestra marca y/o de nuestra oferta de productos y servicios, pero siempre con acciones de bajo coste.

Por lo tanto, el Growth Hacking se basa en acciones relativamente sencillas que sumadas ayudan a crecer rápidamente. Estas acciones conllevan siempre un enfoque en la innovación y la escalabilidad del producto para conseguir que los mismos usuarios sean los que ayuden a hacer subir el “souflé”. 

Cada vez más startups y empresas ven una oportunidad en este modo de desarrollar el Marketing para hacer crecer sus negocios y obtener resultados de forma acelerada. Por eso la figura del growth hacker y las estrategias de growth hacking son tan demandadas actualmente. 

 

El Growth Hacker 

Aunque en otro artículo de este blog hablamos más detalladamente sobre la figura del growth hacker, creemos interesante definir a grosso modo cuál es su rol y qué tipo de funciones desempeña.  

El growth hacker es un profesional cuyo único objetivo es y debe ser el crecimiento.

Para conseguirlo, debe ser capaz de comprender a la perfección el ciclo del producto ofertado, sus ventajas, problemas e inconvenientes.

Además, debe ser un buen conocedor de la competencia y saber adaptar toda la comunicación del producto y de la empresa al tipo de receptor, según sea, público en general, un lead potencial, un cliente, un amante del producto o un enemigo potencial del mismo.

Para desempañar su trabajo, el growth hacker debe ser una persona metódica con conocimientos de estadística, analítica y posicionamiento web. A su vez, debe ser una persona creativa y curiosa a la que no le dé miedo probar herramientas nuevas y que esté continuamente preguntándose si podría mejorar los resultados.

El Growth Hacker es eficiente en el uso de técnicas como la optimización del SEO, el estudio en profundidad de Analytics de Google, la publicidad en Internet y las pruebas A/B, que son tendencias consolidadas en el mundo del marketing digital.

 

Conclusión

El Growth Hacking, y los growth hackers, están proponiendo toda una serie de metodologías que han venido para quedarse empezando a provocar cambios serios en el sector del marketing digital.

Por nuestra parte, en Smart Commerce 21 somos especialistas en este tipo de acciones y estaremos encantados de ayudarte a consolidar y hacer crecer tu negocio.

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