La consolidación de una compañía no se basa simplemente en la realización de una inversión y la puesta en marcha de un proyecto, sino que lleva consigo el establecimiento de una serie de definiciones imprescindibles para el correcto funcionamiento de la misma.

En el momento de diseñar un proyecto empresarial, es imprescindible determinar la filosofía de la empresa, la misión, la visión, los valores y, por supuesto, el propósito de la compañía.

Este propósito es la razón de la existencia de la empresa, el por qué de su consolidación. Por ello, es de suma importancia definir correctamente estos objetivos.  Y en el post de hoy, además de mostraros la razón por la que es fundamental definir el propósito de una empresa, os vamos a mostrar cómo hacerlo de manera correcta.

 

¿Por qué es necesario tener un propósito de empresa?

Algunos de los motivos por los que es sumamente importante definir el propósito de una empresa son:

  • Determina el camino que debe tomar una empresa: no solo define por qué debe existir la propia empresa, sino que esto a su vez ayuda a determinar hacia dónde debe ir, ayudando así a definir los objetivos empresariales y a ponerlos en marcha.

  • Es el fundamento sobre el que se establecen la misión y la visión de una compañía: otras dos definiciones claves de una compañía, como se mencionaba anteriormente, son su misión y su visión, y para determinarlas, es imprescindible contar con un propósito. Y es que la misión dice qué hace la compañía en cuestión y hacia quién se dirige, mientras que la visión establece de qué manera se puede cumplir el propósito.

  • Comunica a los usuarios si una marca es afín a sus necesidades e intereses: dado que muestra cuál es el porqué de una compañía, presenta al público si está razón de ser está directamente ligada con sus propios intereses.

  • Mantiene a los stakeholders de la compañía motivados: mientras se sepa hacia dónde se mueve una empresa, las distintas partes interesadas de la misma, desde directivos, empleados, clientes, hasta inversores, estarán inspirados y seguirán aportando todos sus esfuerzos para alcanzar los objetivos.

  • Es uno de los cimientos de la cultura de la organización: dado que se trata de la clave sobre la que se definen las normas y valores de la compañía.

  • Es la base de las estrategias empresariales: al determinar los objetivos que debe alcanzar la empresa, el propósito es la clave para definir qué estrategias se deben seguir y para ponerlas en práctica.

  • Es la clave para la creación de buyer personas: ayuda a determinar cuál es el público objetivo al que se dirigen los productos y servicios de la compañía, así como las acciones concretas para atraer a estos usuarios y convertirlos en clientes finales.

¿Cómo defino el propósito de mi empresa?

Existen tres pasos principales para definir, de manera correcta, el propósito de una empresa. Estos son: 

  • Piensa qué hace tu empresa y analiza tu competencia: para poder determinar el por qué de la existencia de una empresa, primero hay que tener claro a qué se dedica, es decir, qué ofrece a sus clientes. Además, es imprescindible también conocer a la competencia, saber de qué manera ofrece esta los mismos productos o servicios y estudiar de qué manera nuestra empresa se puede diferenciar del resto. En esta línea, es importante conocer también el propósito de estas otras empresas, esto ayudará a definir el nuestro propio.

 

  • Define tu propósito: el siguiente paso es, por supuesto, definir el propio propósito empresarial. Para hacerlo, ayuda responder a algunas preguntas clave, tales como:
    • ¿Qué se busca al consolidar la compañía?
    • ¿Qué es lo que se quiere conseguir con el negocio? No solo a nivel económico, sino teniendo en cuenta otros objetivos corporativos.
    • ¿Por qué la empresa se dedica a un sector concreto y no a la oferta de otros productos o servicios?
    • ¿Cuáles son los resultados que se quieren conseguir, además del aspecto económico?

 

  • Redacta tu propósito de una forma descriptiva: utiliza una idea que defina a la perfección cuál es el propósito de la compañía. Se recomienda, además, introducir una pizca de emoción en el enunciado, para llamar la atención de todos los públicos.

 

En resumidas cuentas, este es el modo más rápido y sencillo de definir el propósito de una empresa, aunque puede que otras compañías utilicen otros métodos para hacerlo.

 

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